Más que Ecológicas

Más que Ecológicas

Para nosotros es primordial el respeto por la Naturaleza, aplicando el conocimiento biodinámico al cultivo y al suelo.

Preferimos obtener menos cosecha pero de la máxima calidad y vitalidad, que no una gran producción a cambio de agotar la vida del suelo y suministrar a los árboles productos tóxicos.

La Agricultura Biodinámica fundamentada en el “Curso de Agricultura Biodinámica” de Rudolf * Steiner fue la pionera (1924) que reaccionó frente la agresión al suelo y la Naturaleza para mantener la Fertilidad y la Vida en la producción agrícola, frente a aquella “producción de primeros del serle XX” que ponía por delante la productividad, desequilibrante y agotando los recursos del suelo.

En los años 1970 aparece la agricultura ecológica, que supone un salto cualitativo importante con la aplicación de un protocolo más comprensible en la aplicación y respetuoso con la Naturaleza; pero no tan integrador con ella como la biodinámica.

La Agricultura Biodinámica forma parte de una corriente de pensamiento, basado en la adopción de políticas económicas, sociales y ambientales que fomenten una acción sostenible, capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer a las generaciones futuras.

PRODUCCIÓN ECOLÓGICA
La agricultura ecológica, a la que se le han dado diversos nombres como por ejemplo, biológica, orgánica, etc …, aparece en los años 70, unos 50 años más tarde que la producción biodinámica, y se define como una agricultura alternativa que propone obtener alimentos de la máxima calidad nutritiva respetando el medio y conservando la fertilidad del solo, mediante una utilización óptima de los recursos locales, y sin la aplicación de productos químicos sintéticos.

No están autorizados los cultivos transgénicos.

La sanidad vegetal se basa con métodos preventivos, y tan sólo se pueden utilizar fitosanitarios naturales que se encuentran recogidos en el Anexo II del Reglamento (CE) 889/2008. El uso de productos químicos de síntesis como por ejemplo plaguicidas, fungicidas y herbicidas están prohibidos por la normativa europea: Reglamento (CEE) 2092/91. De hecho, la agricultura ecológica es muy restrictiva cuando la utilización de productos químicos.

Solo se utilizan abonos orgánicos y minerales naturales, y se limita la fertilización con nitrógeno.

Los productos vegetales ecológicos su productos cultivados sin abonos ni pesticidas de síntesis química (fungicidas, insecticidas o herbicidas), y por tanto, sin residuos de estas sustancias.

La ingestión diaria de pesticidas a través de los alimentos puede conllevar una acumulación de sus residuos tóxicos en el organismo por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. En este sentido, el consumo de productos agroalimentarios ecológicos evita la acumulación de este tipo de sustancias tóxicas, ya que la agricultura ecológica no las utiliza o limita en sus tratamientos.

Por otra parte, la agricultura ecológica utiliza especies de variedades adaptadas al entorno y cubiertas vegetales para evitar la erosión de los terrenos, mantener la humedad y mejorar el ciclo de nutrientes de las plantas. De este modo, la agricultura ecológica fertiliza la tierra, favorece la retención del agua, no contamina los acuíferos y fomenta la biodiversidad.

Los productos ecológicos, al ser elaborados de forma más artesanal y cuidadosa, se dejan madurar en el árbol o la planta y no en cámaras frigoríficas, con lo que mantienen los sabores originales y un mejor sabor. Como las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas orgánicamente, éstas crecen más sanas y se desarrollan mejor, con lo cual conservan la auténtica aroma, color y sabor. Por ello, muchos consumidores prefieren alimentos ecológicos, ya que conservan el verdadero sabor de cada ingrediente y les permite recuperar el sabor tradicional de los alimentos.

La certificación ecológica garantiza que los productos han sido producidos o elaborados siguiendo las normas de la agricultura ecológica, y que han sido controlados en todo su proceso de producción, elaboración, envasado y comercialización.

PRODUCCIÓN BIODINÁMICA
Este método se desarrolló desde el año 1924, a partir de las indicaciones y consejos dados por el filósofo croata Rudolf * Steiner, conocido por su visión del mundo denominada Antroposofía.

El calificativo significa que se trabaja en armonía con las energías que crean y mantienen la vida. Biodinámica del griego, vida (Bio) y, energía (Dinámica). La utilización de la palabra MÉTODO implica, no sólo aplicar estiércol de una nueva forma, sino sobre todo respetar ciertos principios para asegurar la salud de la tierra y de las plantas y procurar una nutrición sana a los animales y los seres humanos.

Los principios básicos del MÉTODO son los siguientes:
– Restituir en la tierra la materia orgánica viva que necesita, en forma de humus de la mayor calidad posible, con el fin de mantener la fertilidad.

– Crear un equilibrio entre las diversas funciones de la tierra, como un auténtico organismo vivo y c